21 de noviembre de 2008

Campañas de salvación de series

Me encanta engancharme a series, siempre estoy enganchado a dos o tres. Todo es muy divertido hasta que ¡zas! La cancelan. La cadena la quita de su parrilla televisiva ya sea por baja audiencia o porque es muy cara de realizar, pero la verdad es que a nosotros, pobres y sumisos espectadores, nos dejan las cosas partidas por la mitad, sin un final digno. ¡Cómo odio que las series terminen con final abierto! Y es que muchas de las series acaban inconclusas, dejadas a medias en el momento más emocionante. No las renuevan. Ante esto, ha empezado a surgir un movimiento que podemos llamar activismo televisivo.

Este activismo televisivo se concreta en las campañas de salvación de series. La gente está harta de ver una serie, engancharse y que se las quiten. La presión de los fans dio su “fruto” con Jericho. Ésta era una serie acerca de un pueblo donde sobrevive la gente tras un ataque nuclear masivo en Estados Unidos. La serie era muy buena pero la cancelaron. Los fans comenzaron entonces una campaña por Internet, como en todos los casos y, como en todos los casos, fracasó. Tras esto, a alguien se le ocurrió la idea de enviar frutos secos a la CBS como protesta. Esta campaña fue un éxito total y en menos de un mes el canal recibió veinte toneladas de cacahuetes. La serie tuvo siete capítulos más para despedirse con un final digno.

Las campañas por Internet siguen pero ahora la moda es este activismo “físico.” De todas formas, Jericho tuvo suerte, porque las campañas siguientes fracasaron en su mayoría. Como ejemplo reciente está Criando Malvas (Pushing Daisies) en cuya campaña enviaron tartas, margaritas de papel y semillas a la ABC. Aun así, no consiguieron convencer a los ejecutivos del canal que cerraron la serie hace un par de días. Igual es que no les gustaron las tartas… Otro caso que llama la atención es la campaña de salvación de la serie Moonlight. Como la serie iba de vampiros se les ocurrió hacer que la serie volviera haciendo donaciones de sangre a la Cruz Roja. Los fans obtuvieron mucho dinero pero no fue suficiente para que la serie volviese. Pero la organización les agradeció el esfuerzo. No me extraña.

Cabe destacar, por último, campañas como las de Veronica Mars, donde enviaron dos mil chocolatinas Mars (las cuales no fueron suficientes) o Las Vegas. Ésta última es un caso aparte, ya que no cancelaron la serie, sino que la acabaron con un final abierto sin continuación. Los fans no querían que la renovasen, querían un final correcto, un desenlace que cerrara la trama. Pero tampoco funcionó.

En fin, que este activismo triunfó en sus primeros años de vida y ahora sólo es una molestia para los canales, ya que les hace perder dinero. Las campañas de esta clase apenas funcionan ni por Internet ni por correo. Así que ya sabéis, sed cuidadosos con la serie a la que os engancháis, no vaya a ser que la cancelen.

Fuentes: páginas oficiales de campañas como Nuts for Jericho, The Pie Maker o Moonlight Army.

2 comentarios:

Marta González Coloma dijo...

Muy buen post, Andoni.

Menudas cosas se les ocurren a los "enganchados" a las series... No sabía yo de estas campañas tan activistas, son originales y sí, es cierto que debe molestar bastante que una cadena deje de emitir una serie que te gusta por razones varias y que, en consecuencia, te dejen con la intriga. Es como quitarte un libro de las manos en el momento más emocionante.

Afortunadamente, yo no estoy enganchada a ninguna serie :)

Un saludo,

Marta

Andoni Garrido Fernández dijo...

Por suerte, las que alcanzan un alto nivel de popularidad, es decir, las que más gustan, no pueden ser canceladas pasado un tiempo. Mucha gente protestaría.

Lo que hacen es, cuando ven que empieza a decaer, acabarla cuanto antes y así cerrar su trama.

Al menos tiene un final, que igual es forzado, aunque nunca he vivido un caso de estos. Espero que nunca jeje.